No anduvo con vuelta Lionel Messi. Con esa frontalidad con la que gambetea defensores y encara hacia el arco, antes de dejar el país, en el aeropuerto de Ezeiza, se despachó con su análisis: "Es imposible jugar en La Paz. Hacías un pique y no te podías recuperar y ellos te superaban en todo. No es para contradecir a Diego, sólo es una opinión después de haber jugada ahí, y lo mismo piensan algunos compañeros, pero no lo queremos poner como excusa. Ya está. A Bolivia le salió todo y nosotros no pudimos hacer nada", opinó.
Messi, ahora el nuevo 10 de la Selección de Maradona, no profundizó en sus explicaciones pero aclaró que Argentina saldrá de este momento y se clasificará al Mundial: "Estamos dolidos por lo que pasó, nadie imaginaba algo así, pero tenemos mucha fe para salir adelante y lograr la clasificación al Mundial. Todavía quedan seis partidos", explicó la Pulga, después de firmar autógrafos y sacarse fotos, ya una costumbre en cualquier rincón del planeta.
Otro que dejó sus impresiones antes de vovler a Europa fue Angel Di María: "Diego (Maradona) me dijo que me quedara tranquilo, que soy un pibe, que a cualquiera le puede pasar y que de los errores se aprende. No puedo explicar la expulsión, es la primera vez que me pasa en mi carrera. Espero que no vuelva a suceder". Sobre el partido, el jugador del Benfica agregó: "Quisimos jugar en la altura de la misma manera que con Venezuela. Las cosas no se dieron como pensábamos, hacía mucho calor y la altura influyo muchísimo. Además, nosotros teníamos muchos jugadores cansados, se notó el esfuerzo que habíamos hecho contra Venezuela".
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