23 de febrero de 2008

la crianza machista en El Salvador


Al buscar una definición de mujer se puede hallar algo tan corto como "un ser racional del sexo femenino"; así, sin más. Y como sinónimos, infinidad, a saber: hembra, muchacha, joven, moza, adolescente, señora, dama, esposa, compañera, consorte, madre; todo en una misma envoltura. Sin embargo, se olvida de añadir aquello de sacrificada, sensible, valiente e incluso víctima, porque desgraciadamente a veces lo es. La definición queda escueta frente a la de la palabra "hombre", hasta el punto de tener que acudir a esta palabra para aumentar la información, como si la palabra "mujer" fuera un apéndice de la otra.

Tradicionalmente en nuestro país que se caracteriza por tener una fuerte influencia machista, las señoritas reciben un trato diferente, mientras los hombres son intocables y pueden hacer y deshacer, se busca orientar a las niñas desde pequeñas a hacer oficio y a los varoncitos no, eso es algo que se ha dado por generaciones y es una conducta deleznable desde cualquier punto de vista, debería de ser (al menos en teoría) o todos en la cama o todos en el suelo.

La niñez de las mujeres está rodeada de ridiculizaciones e inhibiciones incipientes que se hacen más profundas a medida que avanza el tiempo. Se busca moldearles la mentalidad para que quede encaminada a la formación de una familia, la sumisión al hombre y el trabajo hogareño; independientemente de que pueda realizar otras tareas. Se le prepara como si fuera una especie de 4 x 4 para el servicio de los demás.

Para poner un ejemplo de lo que menciono puedo decir que yo me crié en el tiempo de la guerra y la verdad (y tal vez escogí un ejemplo un tanto trivial pero es válido al fin y al cabo) eran contados con los dedos de las manos las cipotas que dejaban salir a vagar de noche y si acaso salían era con sus guardaespaldas y/o motoristas, parecía que las mujeres se metían debajo de las piedras (algo parecido a lo que veo ahora con ese cachimbo de mujeres que se han desatado en los centros comerciales y lugares de vida nocturna).

Sin embargo, la naturaleza, que es sabia, ha compensado a la mujer; y además de la inteligencia, como el resto de los seres humanos, le ha dado una capacidad de superación mucho más elevada que la del varón. No seré el primero que menciona la increíble capacidad de la mujer de sobreponerse a condiciones adversas y en nuestro medio es más plausible esto ultimo, sabido que la paternidad irresponsable está a la orden del día, sino no existieran esa inmensa cantidad de expedientes en la Procuraduría. Como decía, así, mientras el hombre entra en la pubertad con la misma velocidad que cuando se tira por un acantilado, la mujer ya ha visto madurar su cuerpo experimentado la primera regla que acepta como parte de su condición femenina. A esa edad, su madurez evoluciona más rápidamente que la del hombre, y mientras éste se dedica a andar de picaflor a más no poder, ella programa su vida de modo racional, pero, eso sí, sin olvidar los sentimientos. Tontea, pero sabe dónde está el límite, un límite impuesto por una sociedad que todavía sigue distinguiendo entre los privilegios del hombre y los deberes de la mujer.

Esta marginación no es la única. En la Biblia ya se habla de la mujer como algo secundario: "Dios creó la mujer a partir de una costilla de Adán..." Pero como soy creyente, quiero pensar en que nuestro Dios está totalmente alejado de cualquier tipo de discriminación absurda y que el orden de creación no obedece ningún significado marginal.

Como ahora los tiempos ya van cambiando (aunque sea más lentamente de lo deseado) y sobre todo con la independencia que da el ganarse el pan con un trabajo fuera del hogar, si la vida conyugal se transforma en intolerable ellas son capaces de agarrar camino y mandar mucho a la mierda dejando colgado al imbécil de turno. Ya no tienen por qué soportar vejaciones ni sumisiones absurdas. Su vida sale adelante perfectamente gracias a su esfuerzo y mentalidad luchadora.

En conclusión, y pese a que yo no soy partidario del tipo de iniciativas como las de las fanáticas esas tipo la casa morada de la mujer (las talibanas del sexo como les dice un conocido) que ven a todo sujeto del género masculino como un potencial maltratador/abusador de féminas, si soy de la opinión que la reivindicación de sus derechos y obligaciones pasa por un mero ejercicio de introspección en el que cada una de las mujeres determinen si están a gusto con el rol que están desempeñando y que vislumbren una posible salida si no les parece, en aras de reencontrarse a sí mismas.

2 comentarios:

Dulce Limón dijo...

me zumban los oidooooooos.....

cesar dijo...

puya se mando.....juela....recien en la cocina vi como avanzaba el resultado, y dejame decirte que esta excedente la teoria, la practica y el tecnicismo para enfrascar...la esencia de la crianza machista..perfecto...