escribir para no morir?

Alguien me dijo la semana pasada que soy una persona que me interesa mucho saber lo que los demás piensan de mí, es cierto, esa aseveración es correcta, me gusta saber que reacciones produzco en mi entorno, sean estas buenas o malas, no sé, quizás lo veo como alguna especie de experimento social, dejando eso a un lado debo reconocer que en más de una ocasión me cruzó por la mente la idea de escribir un libro (si la narrativa es lo mío, por fuerza debería de ser una novela) aun cuando no pretendo pasar por versado, ya me han dicho que me debería de dedicar a las letras (hola Tatiana, hola Laura, hola Marcela!) y si a los pocos que se dan su vuelta por esta esquina de la red les gusta lo que leen pues no veo porque no les pudiera gustar a los no tan aficionados a los medios electrónicos y que prefieren los tradicionales, lo gracioso sería que si bien no me cuesta hablar de nada (y el contenido de este blog es el perfecto reflejo de ello) mi disyuntiva sería la búsqueda de mi tema central, puesto que a veces tengo tanto que decir que mi mente es un hervidero de ideas y apenas tiro una y ahí va la otra detrás y muchas cosas se quedan a medias, cuestión en la que he estado trabajando ultimamente para que no sea tan evidente (o no Baraona?) anyways, la cuestión es que si pudiera ir puliendo los detalles que me limitan pudiera irle dando forma a la idea, quien quita y por ahí me aviento con un pseudónimo, no vaya a ser que me caigan muchos tomates.