La famosa frase en latín deberá ser de ahora en adelante mi lema, no más darle vueltas al asunto por horas y de paso no ser consecuente con mi forma lisa de hablar en la que digo lo que pienso, muchas veces, sin medir las consecuencias, no más pensar y repensar, tan solo aprovechar y disfrutar el momento, no más repetir como lo hice a los 10 años de edad como será la adolescencia y la adultez, un paso a la vez, no correr antes de siquiera gatear.
"La vida no es ningún pasillo recto y fácil que recorremos libres y sin obstáculos, sino un laberinto de pasadizos en el que tenemos que buscar nuestro camino perdidos y confusos, detenidos de vez en cuando, por un callejón sin salida. Pero si tenemos fé, siempre se abre una puerta ante nosotros; quizá no sea la que imaginamos pero si será la que demuestre ser buena para nosotros". Esto lo escribió A. J. Cronin y lo compartió conmigo una buena amiga, de hecho ha rondado mi mente por las ultimas 2-3 semanas, pero lo había puesto en standby, ella me dijo que el ser humano no se mide por las veces que se cae sino por las veces que se levanta, la vida devuelve todo lo que uno da.
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