the madness

Subido en una de esas rollercoasters emocionales me puse a craniar que las endorfinas que secreta el sistema nervioso central cuando se está en el pleno apogeo del estado pasional conocido como enamoramiento lo marean a uno y dicho estado es uno de los más duros con los cuales lidiar, esos sube y bajas en los que a veces se siente que se toca el cielo con las manos y al rato se está en el averno justo al lado de Belcebú, pues en mi opinión no es para cualquiera!

Todo empieza en algún lugar "X" de este mundo un muchacho mira a una muchacha y ve en ella cada una de las estrellas que Galileo ni siquiera vivió para ver en su telescopio y este divaga y hace uno y mil planes y de todos (si tiene suerte y los elementos no conspiran en su contra) talvez solo TALVEZ uno le sale bien y se conocen y ella no tiene compromiso y ellos se complementan y ellos entablan un pacto de comunicación, fidelidad y entrega absoluta, así es como los corazones de los seres que pueblan el infinito, laten con fuerza, es así, no con billete ni con largas pláticas en las que un político demagogo sin alma, pero con larga lengua y bolsillos dice y maldice de forma diplomática que el orden de las cosas puede medirse; ignorante aquel que desprecie el caos, pues se estará despreciando a sí mismo.

Todo empieza con una sonrisa, y termina, si es que termina, con un adiós, pero como se disfruta mientras se da y qué dulce fue mientras duró.