Ironía

Se oye bullicio, un perro que ladra. "¿Dígame? ¡Un momento por favor!"- dice a altas, claras y pausadas voces una agradable mujer. En instantes, todavía con la exaltación del can de fondo, Miguel toma el auricular. "Estoy aquí en casa, con la familia", responde. "Descansando un poco despues de la jornada laboral", detalla.

La conversación de los parientes se percibe aunque algo distante, pero con fluidez. No sabía que le iban a decir, no tenía idea.

- Es usted Miguel Barrios?

- Si, en que le puedo ayudar?

- Usted participó en la promoción "Haz tus sueños realidad" de la pintura de Industrias El Pajarito?

- Si.... (silencio prolongado)

- Felicidades, se ha ganado una casa equipada con electrodomésticos y un automóvil nuevo de paquete.

Miguel yacía tendido en el piso de la sala de su casa, se ganó la lotería y no vivió para contarlo, un síncope cardíaco le arrebató el gusto de disfrutarlo junto al hijo en el vientre de su mujer a punto de nacer.

Y el perro sigue ladrando...