Yo me confieso ignorante de la vida del campo, hoy tuve oportunidad de escuchar una plática de los trabajos que desempeñan en la campiña salvadoreña y es interesante como hablan de desgranar maíz, aporrear frijol y arroz y como el trapiche de esos de buey son los que hacen prescindibles los molinos de corriente o industriales, para sacarle el jugo a la caña de azúcar y poner a hervirlo para que cuando suelta la espuma se saque el dulce de batido, todas esas cosas es interesante conocerlas pues desafortunadamente solo en las historias de infancia de mi madre las he escuchado, pues a ella si la llevaban a paseos de esos. Cada quien crece a su manera y yo me crié en la ciudad y mi padre no era de salir, así que no conocí!
En otro orden de ideas, ayer me sentí incómodo en mi tienda con un cliente gay, usualmente no le doy importancia al hecho que ellos bateen para el lado contrario dado que soy muy respetuoso de los gustos y creencias de las personas pero en el momento que se trasgrede esa barrera del respeto se pierde todo, me preguntó por películas de adultos con hombres peludos (osos fue la palabra que ocupó) y en estos momentos ando una barba como de una semana y pues era evidente su preferencia por los testosterona y no pude evitar sentirme intranquilo con esa mirada lasciva que me procuraba (con el ojo bueno y el ojo de vidrio) mientras le tomaba los datos que no me quería completar, así que como no iba a estar ni dandole gusto ni molestandome lo dejé ir sin pedirle tanta información!
Tan seguro estaba que no me iba a dejar tranquilo que preferí contarle el chiste de la prueba de la bañera para relajar el ambiente:
Durante una visita a un Instituto Psiquiátrico, uno de los visitantes le preguntó al Director sobre qué criterio usaba para decidir si un paciente debería o no ser internado.
- "Bueno", dijo el Director, "hacemos la prueba siguiente: llenamos completamente una bañera, luego le ofrecemos al paciente una cucharita, una taza y un cubo y le pedimos que vacíe la bañera. En función de cómo vacíe la bañera, sabemos si hay que internarlo o no".
- "Ah, entiendo"- dijo el visitante. - "Una persona normal usaría el cubo porque es más grande que la cucharita y la taza".
- "No -dijo el Director, "una persona normal sacaría el tapón. Usted qué prefiere: ¿una habitación con o sin vistas al jardín?
Tan seguro estaba que no me iba a dejar tranquilo que preferí contarle el chiste de la prueba de la bañera para relajar el ambiente:
Durante una visita a un Instituto Psiquiátrico, uno de los visitantes le preguntó al Director sobre qué criterio usaba para decidir si un paciente debería o no ser internado.
- "Bueno", dijo el Director, "hacemos la prueba siguiente: llenamos completamente una bañera, luego le ofrecemos al paciente una cucharita, una taza y un cubo y le pedimos que vacíe la bañera. En función de cómo vacíe la bañera, sabemos si hay que internarlo o no".
- "Ah, entiendo"- dijo el visitante. - "Una persona normal usaría el cubo porque es más grande que la cucharita y la taza".
- "No -dijo el Director, "una persona normal sacaría el tapón. Usted qué prefiere: ¿una habitación con o sin vistas al jardín?
1 comentario:
ya te voy a llevar allá donde con candil pasan la noche :D a ver si aguantas xD
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