8 de agosto de 2011

¿Todo tiempo pasado fue mejor?


De repente me asalta de nuevo ese pensamiento que utilicé en esta entrada del blog LLDE en el que hablaba de la juventud.

Dice la sabiduría popular que todo tiempo pasado fue mejor. Me van a disculpar pero no lo creo. Hay algunas cosas que en definitiva estaban mejor. Se me ocurre para los 60's con la revolución sexual, la píldora y esa mentalidad de hagamos el amor y no la guerra (y que lo peor que podía pasar era una sífilis o gonorrea, no había SIDA) Pero si nos retrotraemos al tiempo de la esclavitud no nos salen las cuentas. Como todo en la vida, es relativo.

En algún lado leí que "No hay humano en el mundo que pueda bajar la luna y las estrellas, quien te las ofrece es un charlatán, la vida entera eso si se puede dar." Eso lo desconoce la damisela que no ha tenido una decepción amorosa. Aquella a la que todavía con galanteos le pueden hacer creer que la vida es buena y su príncipe azul en su brioso corcel la llegará a traer más temprano que tarde para salir de su soledad y ser felices para siempre. Habrá alguna ingenua, pero con los tiempos que corren, difícilmente. Sería la excepción a la regla.

No nos extraña que los niños sean cada vez más precoces. ¡Hasta en lo fisiológico! hoy en día es de lo más común que los períodos menstruales les vengan a las niñas cada vez a más temprana edad. Pero para comprobar que los tiempos modernos tienen sus pros quiero mencionar la educación. Antes solo se necesitaba mecánicamente aprender las tablas de multiplicar y recitarlas como el Padre Nuestro, hoy se les exige que imaginen el escenario en el que se aplican esas operaciones aritméticas.

En el artículo que compartía ayer en mi FB y G+ está una cita que me parece harto interesante:

La científica Betsy Sparrow, en un reciente estudio de las universidades Harvard y Columbia, concluyó que estamos acostumbrándonos a usar Google como una “memoria externa” a nuestro cerebro. En su prueba “Los efectos de Google en la memoria”, comprobó que los motores de búsqueda no nos están cambiando la profundidad de nuestros pensamientos ni atrofiando nuestros cerebros, sino que han adoptado otros tipos de memoria para obtener y seleccionar entre la sobreabundancia informativa. Pueden leer el artículo completo aquí.

Eso viene a refrendar que al menos en ese aspecto, la evolución, no se ha cebado del todo con la humanidad. No nos estamos quedando con pereza mental como lo señala Vargas Llosa. Habrá que ver que se puede hacer para que se contagie esa permanente conciencia a valores como la solidaridad, la unidad y la búsqueda del bien común.

PS es malo escribir con música de Rage against the machine de fondo!

No hay comentarios: