10 de agosto de 2008

Mario el taxista


Dada mi innegable propensión a entablar conversación con prácticamente todo ser viviente con capacidad de comunicarse (lease entidad humana, las loras no cuentan) no puedo dejar de pensar que si yo tuviera que escoger algo diferente para ganarme la vida que no demandara mucha preparación yo sería un taxista y fuera de los exitosos, con miles de clientes y con infinidad de historias que venirles a contar. No me malinterpreten, el trabajo dignifica y no estoy queriendo ver de menos esa ocupación pero obviamente solo se necesita saber manejar y cumplir uno que otro requisito que dicta la ley.

A decir verdad me parece fascinante el hecho de conocer un poco de la vida de las personas sin saber si se va a volver a ver a ese sujeto o sujeta. Hace poco mi carro tuvo un desperfecto (ya el lunes me deshago del pichirilo y finalmente ya tengo aliniado al repuesto que le sustituirá en su loable labor de transportarme :p ) y me movilicé en un taxi y el motorista era mero perico, repasamos desde la actualidad politico-económica hasta saber que las pupusas allá por la plaza 14 de julio son buenas y caen bien cuando uno anda reventado a las 5:00 de goma; se da cuenta uno de buenas cachadas hablando carburo con estas personas, lo tenía presente por la cooperativa de taxis que se había instalado a la par de mi (used to be) negocio y lo confirmé con don Hamilton (si, ese es su nombre no es apodo!) Loor a los buenos amigos taxistas!

3 comentarios:

blah dijo...

cierto los taxistas a la par de exxotic son la mera memganbreya!..son buena onda!

Oswald dijo...

Juela!!!

Mario taxista? >_<

Y si q son platicones, se sienten en su salsa al hablar con los pasajeros :)

Henry Andino dijo...

Sin duda, un oficio por demás interesante. Y ya me imagino, taxista y blogger, no tardaríamos en leer las crónicas de "Mariolino's Taxicab Confessions"...