Ayy las amistades...

Un escorpión le pide a un sapo que lo ayude a cruzar un río, no había querido hacerlo por la fama de traicionero y tener temor que lo picara a media travesía, al final lo convence y lo ayuda, mientras lo hacen, el escorpión pica al sapo y envenenado, ambos se empiezan a hundir. Antes de ahogarse el sapo le pregunta al escorpión ¿por qué lo hiciste si sabías que ambos ibamos a morir? y éste le responde porque no puedo ir contra mi naturaleza. Más allá de la remembranza física debo admitir que me siento como el sapo, no había querido escribir acerca de vos, si de vos, la que aparentemente no me conoce lo suficiente para saber que yo prefiero encarar los problemas en vez de esconderme, si de vos, la persona por la cual escribí dos post que uno por uno no dan idea de a quien se refieren pero como me dijo un buen amigo: "en este post revelo el código" pues por si no sabías (o te estabas haciendo) aquí y aquí estaba hablando de tí, ya me conocías (al menos en parte pues hay quienes dicen que nunca terminamos de conocer a las personas) y pareciera que no le diste crédito a mis palabras cuando te dije que yo era sincerote o no te recordás de mi respuesta cuando dijiste que nunca debí haber conocido a la pajarraca (disque porque ambos somos francos en exceso, ya ves te equivocaste, somos amigos de lo más al suave) Pues como te dije antes, mi amistad está ahí para pasar buenas y malas, lástima que lo que sea que te haya motivado a tomar la actitud que tomaste nos apartó mientras estuviste aquí, solo espero que lo que sea no haya sido tan grave y que no hayas necesitado un hombro porque sabes que contabas con el mío, dejame decirte también que al césar lo que es del césar (no, vos no hermano de Cristina, el otro cesar) te disculpaste (el día antes de irte pero lo hiciste) y noté que era de corazón así que no hay tos, dejémoslo todo atrás, mientras tanto ahí voy a estar esperando la próxima picada del escorpión para que comprobés que mi amistad es a prueba de balas.