22 de septiembre de 2010

Para no desentonar: Manyula!



Antes de empezar no quiero que me vayan a salir con mentadas de madre y que los tibios ni Dios los quiere, que ni frío ni caliente, NADA! Lo que escribo es lo que percibo.

Yo tengo sentimientos encontrados al ver las diversas reacciones de los salvadoreños a raíz de la muerte del paquidermo que desde 1955 era inquilina del Zoológico Nacional.

No me cuesta identificar como una reminiscencia el hecho que adultos tengan un flashback y añoren o atesoren (o ambos) los recuerdos de como la pasaron de bien en las excursiones que hacían de la escuela.

Pero por otro lado me parecen excesivas las demostraciones de duelo -y como nunca faltan los descosidos, las de júbilo e indiferencia- en algo que es el curso natural de las cosas: Nacer, crecer, reproducirse (materia que le quedó pendiente a la finada) y morir.

No quiero ponerme extremista y decir que hay cosas más delicadas en la agenda nacional (como reconozco que lo hice anoche y molesté a una amiga diciéndole que habían 14 muertos diarios en este país) pero es innegable que sólo si nos afectan directamente las cosas soltamos un: "Pobrecita!".

Que cada quien tiene derecho a sentirse como su conciencia les dicte? Por supuesto! Eso no está en tela de juicio, como dije al principio, esta es simplemente mi apreciación personal.

1 comentario:

Kassius dijo...

Oi, varios "pobrecita" ayer y ahora,no es que quiera ser grosero, pero estaba vieja es parte de la vida, durante años alcance a leer en el periodico una vez al tiempo que estaba enferma.

Por que la gente como siempre reacciona hasta el vergazo.

Si tiene cierto legado en la conciencia nacional, pero hacer de su muerte un duelo nacional y motivo de cobertura total en los medios, considerando barriles con dinero salidos de la nada, mareros con amenazas palomas y otras cosas, la elefanta aunque importante hay que darle un sitio correcto.
PD.¬¬ Ahorita que lo pienso este comentario que lo escribi de la nada es el post que quise escribir hace una hora