11 de octubre de 2007

la muerte con su guadaña

A todos nos va a llegar, pero no me deja de aturdir el ponerme a pensar en ese momento (estoy pensando seriamente tratarme con un profesional de la salud mental y no es broma Víctor)

En mi época de estudiante de Ciencias Jurídicas de una universidad al sur poniente de la capital, conocí a bastante gente, como el alma mater era casa de los descendientes de altos funcionarios de la época y a pesar que yo nunca tuve relación directa con ellos (como sucedió con los sobrinos del entonces Presidente de la República y demás parentela de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia) de buena fuente sé que todos sabían quien era yo, esto que sirva como pequeña introducción y a la vez explicación para lo que sigue.

Conocí de una manera poco ortodoxa al hijo del entonces Fiscal General de la República, me recuerdo que tenía una novia muy buena gente que era bien jovial y sociable, sin ser bonita sería injusto decir que era fea, dejémoslo en que era simpática, como parte de mi forma de ser, siempre interactuaba con los nuevos, para ver quienes de los que conocía entraban a la U, pues este individuo era celoso y llegó a pensar que yo quería con su cipota, nada más alejado de la realidad (no era mi tipo) ahora le mataron al papá en Santa Tecla, que feo que le toque morir a uno sólo en su carro y con la desesperación de dejar a la familia en zozobra, descanse en paz.


UPDATE: Dos historias diferentes, mismo final.


En mis tiempos de colegio, yo siempre salía por la parte de atrás de mi centro de estudios, no lo hacía como la mayoría por enfrente, entre los pocos que se iban por el mismo lado estaba un muchachito delgado , blanco, cejudo que se iba en microbús y se parecía a unos muñequitos que pasaban en el 2 pero que yo no veía, los animaniacs, ese muchacho a sus 27 años murió víctima de los golpes que le propinó un hombre con problemas mentales en París, descanse en paz.

1 comentario:

Victor dijo...

Es normal que te sintás afectado, Mario. Es paja eso de que uno puede pasar con absoluto estoicismo la tragedia de muertes así. Creo que lo importante es dejarte sentir ésto y vivir intensamente como homenaje a aquellos a quienes se les corta la oportunidad de hacerlo.
Ánimo.

Victor