2 de agosto de 2012

No sé


No sé si me voy a arrepentir de escribir esto, somnoliento.
No sé si deba, pero ya empecé.
No sé si lo borraré (lo más probable)
No sé si valga la pena.
No sé por qué estás tan distante.
No sé por qué te esmerás en disimularlo.
No sé por qué me atormento tanto.
No sé si al final valga la pena.
No sé por qué me aterra tanto la muerte.
No sé por qué hay noches en las que me despierto con ataques de pánico.
No sé como plantear ciertas cosas.
No sé qué hacer al respecto.
No sé como entenderla mejor.
No sé como explicarlo.
No sé como manejarlo.
No sé como ser mejor persona.
No sé por qué no puedo dorarle la píldora.

Lo que si sé es que me estoy cayendo del sueño y más tarde lo lamentaré.

3 comentarios:

Atlántida dijo...

No lo borres, la literatura fruto de esas cosas que parecen sobrepasarnos tiene un gran valor.
Tal vez no te apetezca, no lo sientas lo suficiente, no quieras cambiar...quien sabe, en todo caso, no le des muchas vueltas, descansa, seguro que después de eso todo lo ves mucho mejor.
Por cierto, me acordé mucho de ti, bueno del Salvador, mientras viajaba a Colombia en el avión contaban las lindeces del paraíso en el que se ha convertido para hacer turismo: surf, volcanes, playas espléndias... en fin, me entraron unas ganas, ja,ja.

Mariocopinol dijo...

Tiempo sin leerte por acá Rebeca! ojalá algún día te animes a vistarnos. Solo que a efecto de que no ofendas algunas sensibilidades en mi país te sugiero uses el nombre correcto que es El Salvador :)

En efecto, son ideas que pasan por la cabeza y algún valor tendrán, gracias por visitarme!

Atlántida dijo...

Mis disculpas por haber usado el articulo contraido, tienes toda la razón, El Salvador, tal cual, el único, del Salvador suena a posesión de uno mismo. Me animaré algún día, aunque cruzar otra vez el charco va tener que esperar un tiempito.

Te veo de despedidas Mario, tus últimos posts son entre reclamos y esa suerte que deseamos a todos los que hemos querido alguna vez de que les vaya bien aunque en el fondo nos duela que no se queden a nuestro lado, al menos espero que estés bien, que sigas adelante y que el recuerdo no se convierta en algo constante. A las personas hay que darle las gracias por haberse cruzado con nosotras y sotlarlas cuando ya no quieren permanecer a nuestro lado.