9 de junio de 2009

La paciencia es la virtud de los santos



Mis estimados lectores esto es una apuesta que perdí, si algunas partes no tienen sentido, ♫blame it on the rain, yeah, yeah! ♪

En el idioma arabe hay una palabra: "Sabr" que deriva de una raíz que significa "detenerse", "refrenarse" y "parar". Los entendidos en la materia hablan de este "Sabr" como algo con una connotación que pasa por no desesperarse, no dejarse llevar por el pánico, ni recriminar en tiempos de dolor, preocupación o estrés.

A lo largo de la historia ha habido gente versada que ha definido la paciencia como una notable cualidad humana y una actitud psicológica positiva, por la cual nos abstenemos de hacer algo que no es bueno ni positivo para nosotros. Dichos sabios afirman que los seres humanos no pueden vivir una vida feliz y sana sin paciencia.

Ya perdí la cuenta de cuantas veces he dicho que esa templanza me fue negada por el Supremo Creador, ese hecho me ha jugado muchas veces en contra. Dicen que la grandeza del ser humano está en saber reinventarse y tengo la plena certeza que (en eso al menos) soy diestro y puedo hallar maneras para implementarlo.

Como la gran mayoría de apelativos que la pudieran definir llamese aguante, estoicismo, mansedumbre, perseverancia, sosiego, calma, entereza, you name it, tengo mis reservas si la pueda llegar a desarrollar en las cantidades que Job la obtuvo. La historia de Job y las experiencias de su vida, dadas en la Biblia, forman una escena interesante e instructiva. Que Dios tuvo un fin en hacer a ese gran hombre pasar por tan grandes pruebas se revela en palabras patentes en el capítulo 5 de la Epístola según Santiago: "He aquí, tenemos por bienaventurado a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo."

Pero dejando a un lado el carácter espiritual de esa virtud, he caído en la cuenta que por muy polémico, verborrágico, audaz, caradura, simpático, conversador, extrovertido y el resto de los miles de adjetivos que sirven para describirme, no soy nada si no la tengo. Es por eso que ahora me embarco en la búsqueda de medios que encaucen hacia ese fin. Intento capear el temporal, no claudicar, pues ante su ausencia mi estado emocional sería atroz. El pronóstico es inestable. El frío y el calor, la angustia y el alivio, conviven permanentemente.

Si bien antes hubo quienes no supieron aprovechar esa "oportunidad" que les quedó como materia pendiente y que se fue perdiendo en una nube de conformismo y falta de motivación, es completamente entendible que el sincronismo fallara de vez en cuando. Por mucho que lo quiera disimular, nunca dejé de pensar que eventualmente habría una nueva chance, una vuelta más, entera, como si apuntalara mis cimientos con baños de convicción.

Pese a ello, no me animo a hacer futurología, eso se los dejo a los cabalistas! Antes pude tener temor, sentir un cosquilleo especial o alguna otra sensación que me cueste definir, now I'm possitive how I have to act. Food for thought.

5 comentarios:

Atlántida dijo...

Cierto la vida nos exige paciencia, aunque yo en el caso de Job lo hubiera dado todo por perdido.
Las malas rachas se hacen muy largas, uno siempre confia en que las cosas cambiarán, que llegarán tiempos mejores y de eso tiene que hacer su entereza.
Te mando muchos ánimos Mario, poquito a poco sale el sol, te lo dice una experta en desesperarse, impacientarse, recuperar la paciencia y volverse a inquietar.
Ningún mal puedo durar más de mil años, de eso estoy completamente segura!

Raquel dijo...

good things come for those who wait

Esebloguero dijo...

Lo importante es no quedarse estancado, avanzar, evolucionar. Siempre se pude ser mejor.
Saludos!

Rocío dijo...

Tell me about it.
:)

Mariocopinol dijo...

Rebe, gracias pr los animos!

Rach, quien dijo q a un perro viejo no se le puede enseñar trucos nuevos?

Gero, hay q usar ls medios q encaucen y nos lleven a la consecucion del fin.

Rocio, hagamole testosterona!