El hombre tiene corazón, aunque no siga sus dictados.
El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.
La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre.
La obra clásica es un libro que todo el mundo admira, pero que nadie lee.
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