30 de diciembre de 2008

La juventud me persigue

Una vez, no hace mucho, leí una nota que decía que conforme se crece se dedica más tiempo a los amigos e internet. Habida cuenta que soy un hombre de 33 años que trabaja en las nuevas maquilas llamadas call center y que lo unico que hay que hacer es hablar en un 90% inglés y que la paga está muy por encima de lo que se puede ganar sin experiencia laboral previa, pues era de esperarse que solo me rodeara de jóvenes, son contados los adultos mayores (aunque los hay). No es para mí nada extraño llevarle hasta 15 años a mis coworkers pero lo raro es que me llevo muy bien con ellos!

Yo no sé si se deberá a que soy un inmaduro (hay muchas probabilidades que se deba a eso) o tenga algún complejo oculto de Peter Pan o que no me catalogan aburrido como el resto de los de mi edad (ya he oído "a esos no les hablés, son unos viejos aburridos") No sé si es porque me encuentro en un perenne estado de alegría laboral (cuando no me agarra bajón antes del día de pago) o para decirlo aún mejor estoy eternamente alegre pero puedo ser serio a la vez, no lo sé, me cuesta definirlo.

Como sea, el tiempo que pasamos con cada amigo(a) es lo que lo hace al (la) susodicho(a) tan valioso(a). No hay duda que la amistad se construye de a poco. Pero es esa demostración de afecto que uno no se da ni cuenta de cuando la procura la que puede hacerle el día a otro. No importa la cantidad de tiempo que pasamos con cada amigo, sino la calidad del tiempo que vivimos con cada persona. El dedicarle esos 5 minutos de tu break pueden ser más importante que un día entero. Hay quien habla de amistades hechas de risas y dolores compartidos; otras de colegio, otras de vagancia que el cine, comidas, bebederas, diversión en general; también están aquéllas que nacen y no sabemos de qué o por qué, pero sabemos que están presentes. Tal vez éstas estén hechas de esos extraños silencios compartidos o de mutua simpatía que no tiene explicación. Se me viene a la mente que así como existe el llamado "choque de sangres" como comúnmente se denomina cuando no se explica el por qué de la antipatía , existe ese "click" al que no se le halla razón tampoco y que deviene en una sólida amistad.

Hoy también hay muchas amistades hechas sólo de e-mails, nuestras 'amistades virtuales' nos hacen reír, pensar, reflexionar...Aprendemos a amar a las personas sin juzgarlas por su apariencia o modo de ser, sin poder etiquetarlas (como a veces hacemos inconscientemente). Hay amistades profundas que nacen así.

Un amigo se torna importante para nosotros y nosotros para él, cuando somos capaces, aún en su ausencia, de reír o llorar, de extrañar o querer estar bien cerca de él sólo para disfrutar de su compañía. Podemos tener varios mejores amigos de diversas maneras. Lo importante es saber aprovechar al máximo cada minuto vivido y tener después, en nuestros recuerdos, horas para pasar con ellos, aunque estén lejos.

Para mientras le termino de hallar explicación a este extraño fenómeno (que raro yo divagando del porque de las cosas) me limitaré a disfrutar del viaje y a que me sigan diciendo que parezco de 24 (o de 28 a lo sumo) y no me crean y se asombren que paso de los 30.

2 comentarios:

●La Pájara● dijo...

wayyyy... Francia... me haras llorar


T_T



Feliz año nuevo !

Abrazos !

Esebloguero dijo...

En lo personal, mi percepción de vos es alguien sin edad, osea alguien que no se limita por eso al hablar con alguien. ¿Te acordás el día de del Pupusas & Blogs? Sentí que hablaba con uno de mis cheros de años y ponele que soy algo callado. Pero si, creo que la amistades se hacen con el tiempo y las experiencias. Saludos.
¡Ah! Y no me van a ver con atuendo de Walter Mercado...