Update: Esta entrada la empecé a hacer a eso de las 16:30, dejé de escribirla (algo usual en mí) hice otras cosas pendientes y salí a comprar comida con mis hijos, regresé a casa y hasta me dormí un rato despues de cenar. A las 23:00 los llevé de regreso con su madre, me llamó la atención ver muchas luces de policía a 800 metros de donde los dejé, llamenlo osadía, curiosidad, imprudencia o lo que sea (tomando en cuenta que mi tarjeta de circulación está vencida) pero al regreso fui hacia ellas (no tenía que pasar por ahí) y ví un hombre con lo que parecía un disparo en la frente y un chorro de sangre en dirección a la pendiente, hasta 5 patrullas estaban alrededor y las típicas líneas amarillas de cuando se ha cometido un crimen. Lo que dije antes lo sostengo, la vida para muchos, no vale nada!
Tenía pensado hablar solo de la fiesta de cumpleaños a la que mi compañero de labores Olsen me invitó pues quería hacer un post entretenido pero me siento en la obligación de mencionar lo que presencié cuando ya casi me iba.
Nadie en este mundo puede señalarme con el dedo y decir que yo no valoro a las personas por lo que tienen dentro o que me baso en sus posiciones sociales o sus posesiones materiales o sus cargos dentro de una empresa. En innumerables ocasiones he sostenido que para mí el ser humano es lo que es por su cultura, entendida esta como el conjunto de valores que lo caracterizan desde su niñez y que lo formaron y dan como resultado el adulto que tengo enfrente. La cultura es una abstracción, es una construcción teórica a partir del comportamiento de los individuos de un grupo. Cada individuo tiene su mapa mental, su guía de comportamiento, lo que llamamos su cultura personal. Mucha de esa cultura personal está formada por los patrones de comportamiento que comparte con su grupo social, es decir, parte de esa cultura consiste en el concepto que tiene de los mapas mentales de los otros miembros de la sociedad. Por tanto la cultura de una sociedad se basa en la relación mutua que existe entre los mapas mentales individuales.
Hice la aclaración de allá arriba antes que me vaya a salir algún ridículo diciendo que me sentí intimidado por andar en estos lugares de nuestra capital que porque no las frecuente ahora no significa que antes no lo hiciera. Pero tratando de dejar de hacer un ensayo acerca de los componentes del carácter de las personas, vuelvo a lo que me ocupa, mi coworker le hizo ayer sabado, la piñata a sus niños en el BK de Soyapango, el que está frente a Plaza Mundo, mis 3 hijos estaban invitados pero al ser niños muy pequeños (4 y 2 años de edad respectivamente) los dos varones no se interesaron (el mayor tiene ya 11) y prefirieron quedarse jugando Nintendo y al final solo la niña me acompañó. La verdad es que la fiesta transcurrió sin sobresaltos, para que mi amigo estuviera a gusto, le filmé todo con la cámara de video para que pudiera mandarles saludos a su familia en los US y que obviamente lo vieran y el saliera departiendo con los suyos en la celebración. Ya casi al final cuando sirvieron el pastel, ocurrió el temblor que a más de alguno (incluyéndome) nos sacó los colores y cuando me disponía a marcharme me pidió Olsen que no me fuera y que lo esperara ya que solo iría a sacar dinero del cajero para pagar, no puedo ocultar que pensé que era una mala decisión por el lugar en el que estábamos y sobretodo que era día de pago, ocasión que es de todos conocido aprovechan muy bien los amigos de lo ajeno para incrementar su actividad delictiva, algunos instantes después sonaron unos disparos que del grupo en la fiesta solo yo escuché pues venía del parqueo de guardar el cargador de la camara, al rato regresó mi amigo algo pálido:
- Puta, acaban de matar a dos chavos allá en la esquina!
Como dije antes, no es ver de menos el municipio-dormitorio por excelencia de nuestro país, acaso fue coincidencia que pasó ahí, pudo haber sido en otro lado, pero está claro que vivimos una decadencia tal que la vida no vale nada y por quitarle a otro el producto de su esfuerzo en su actividad laboral, le arrebatan de paso la existencia dejando a su familia llena de luto y sin el sostén que este proveía. Malditos ladrones!
Descansen en paz. Basta ya de tanto asesinato!
Tenía pensado hablar solo de la fiesta de cumpleaños a la que mi compañero de labores Olsen me invitó pues quería hacer un post entretenido pero me siento en la obligación de mencionar lo que presencié cuando ya casi me iba.
Nadie en este mundo puede señalarme con el dedo y decir que yo no valoro a las personas por lo que tienen dentro o que me baso en sus posiciones sociales o sus posesiones materiales o sus cargos dentro de una empresa. En innumerables ocasiones he sostenido que para mí el ser humano es lo que es por su cultura, entendida esta como el conjunto de valores que lo caracterizan desde su niñez y que lo formaron y dan como resultado el adulto que tengo enfrente. La cultura es una abstracción, es una construcción teórica a partir del comportamiento de los individuos de un grupo. Cada individuo tiene su mapa mental, su guía de comportamiento, lo que llamamos su cultura personal. Mucha de esa cultura personal está formada por los patrones de comportamiento que comparte con su grupo social, es decir, parte de esa cultura consiste en el concepto que tiene de los mapas mentales de los otros miembros de la sociedad. Por tanto la cultura de una sociedad se basa en la relación mutua que existe entre los mapas mentales individuales.
Hice la aclaración de allá arriba antes que me vaya a salir algún ridículo diciendo que me sentí intimidado por andar en estos lugares de nuestra capital que porque no las frecuente ahora no significa que antes no lo hiciera. Pero tratando de dejar de hacer un ensayo acerca de los componentes del carácter de las personas, vuelvo a lo que me ocupa, mi coworker le hizo ayer sabado, la piñata a sus niños en el BK de Soyapango, el que está frente a Plaza Mundo, mis 3 hijos estaban invitados pero al ser niños muy pequeños (4 y 2 años de edad respectivamente) los dos varones no se interesaron (el mayor tiene ya 11) y prefirieron quedarse jugando Nintendo y al final solo la niña me acompañó. La verdad es que la fiesta transcurrió sin sobresaltos, para que mi amigo estuviera a gusto, le filmé todo con la cámara de video para que pudiera mandarles saludos a su familia en los US y que obviamente lo vieran y el saliera departiendo con los suyos en la celebración. Ya casi al final cuando sirvieron el pastel, ocurrió el temblor que a más de alguno (incluyéndome) nos sacó los colores y cuando me disponía a marcharme me pidió Olsen que no me fuera y que lo esperara ya que solo iría a sacar dinero del cajero para pagar, no puedo ocultar que pensé que era una mala decisión por el lugar en el que estábamos y sobretodo que era día de pago, ocasión que es de todos conocido aprovechan muy bien los amigos de lo ajeno para incrementar su actividad delictiva, algunos instantes después sonaron unos disparos que del grupo en la fiesta solo yo escuché pues venía del parqueo de guardar el cargador de la camara, al rato regresó mi amigo algo pálido:
- Puta, acaban de matar a dos chavos allá en la esquina!
Como dije antes, no es ver de menos el municipio-dormitorio por excelencia de nuestro país, acaso fue coincidencia que pasó ahí, pudo haber sido en otro lado, pero está claro que vivimos una decadencia tal que la vida no vale nada y por quitarle a otro el producto de su esfuerzo en su actividad laboral, le arrebatan de paso la existencia dejando a su familia llena de luto y sin el sostén que este proveía. Malditos ladrones!
Descansen en paz. Basta ya de tanto asesinato!
3 comentarios:
Es lamentable. Es cierto que hay una crisis mundial, que es difícil encontrara trabajo, que el dinero no alcanza, etc. Pero no es motivo para desvalorizar la vida de esa forma. No es la primera vez que nos encontramos ante una crisis mundial, pero si la primera vez con valores por el suelo.
Es tremendo solo Dios con nosotros, salis y no sabes si regresas, los valores se han perdido como dice Ger0, estamos en la obligacion como padres de inculcarselos a nuestros hijos, pero saben muchas veces queremos que el colegio lo haga por nosotros y en lo personal siento que más de una vez yo actue así.
Complicado querido copinol, es difícil porque hemos llegado a un punto en que no sabemos si también nos tocara un día que andemos en la calle. Que incertidumbre!!!
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