8 de noviembre de 2006

El trauma de estar en la familia equivocada

Carlos Mario Estor de Zubiría y Ramsis Puello Del Río tienen hoy 29 años. Se enteraron de la verdad 27 años después y hace dos, la comprobaron mediante pruebas de ADN.
Vinieron al mundo en octubre de 1977 con un día de diferencia y, al parecer por un error del personal del Hospital Bocagrande de Cartagena, los bebés terminaron creciendo en familias que no eran las suyas. Las madres tuvieron dudas al principio, pero después cada una terminó por convencerse de que tenía el niño que había dado a luz.


A los 7 años, Carlos Mario crecía en una casa confortable de Bocagrande, al lado de sus hermanos. Estudió en el colegio Jorge Washington, un centro escolar bilingüe y considerado uno de los mejores de la ciudad, donde se matriculan los hijos de las familias acomodadas.

Entre tanto, Ramsis, el verdadero hijo de la familia Estor De Zubiría, a los 7 años ya le daba dolores de cabeza a la que creyó siempre que era su madre, Cecilia Del Río. Cuentan sus vecinos que era travieso y que le gustaba la calle. Vivía en un sector de clase media del municipio de Turbaco, a 20 minutos por carretera de Cartagena.
Su padre de crianza es un conocido y respetado abogado, considerado en Turbaco como un hombre de principios, ya retirado de la profesión.
Levantó a sus tres hijos (dos de ellos son odontólogos) con esfuerzos, mientras que su esposa Cecilia les daba una buena crianza en el hogar.

"Yo le agradezco a Cecilia la educación que le dio a mi hijo biológico, porque es un hombre serio, sin vicios, responsable", dice la señora Estor De Zubiría.

Los niños que cambiaron al nacer crecieron, sin duda, en dos mundos diferentes.
Carlos Mario fue bautizado con uno de los apellidos de más abolengo en Cartagena, como es el de los Estor de Zubiría. Una vez terminó el bachillerato, sus padres lo mandaron a Estados Unidos, para que conociera al resto de su familia y mejorara su inglés. Demoró ocho meses allá.
Ramsis fue bautizado con este nombre por deseo de su padre Carlos y en honor al prestigioso faraón egipcio (Ramses). Pero no era precisamente una vida faraónica la que le esperaba a este adolescente.

Una vez terminó su bachillerato se fue a pagar el servicio militar en La Guajira. Cuando regresó trabajó como administrador en la hacienda Matute, en Turbaco.
Carlos Mario, al regresar de Estados Unidos, ingresó a la Universidad Jorge Tadeo Lozano a estudiar comercio exterior. Al terminar la carrera se fue a especializar a Bogotá en negocios internacionales, en la Universidad Externado de Colombia. Hoy trabaja en una importante empresa naviera.

Ramsis, con la ayuda económica de su madre biológica, a la que conoció hace dos años, ahora hace el quinto semestre de derecho en la Universidad Rafael Núñez.
Doña María de Lourdes quiere que como sus otros hijos- entre ellos Carlos Mario- Ramsis sea bilingüe y lo puso a estudiar inglés en el Centro Colombo-americano, donde ella es profesora.

Hoy, las dos familias están felices, pero confundidas. "Tenemos un tremendo lío en nuestras cabezas. No sabemos para dónde coger", dice la hermana biológica de Ramsis, María Claudia

1 comentario:

marce dijo...

Que chivo... yo como bien awebo naci en mi casa, no hay por donde peudan decir o sacar qeu soy de otra familia :p