2 de septiembre de 2011

Ya pasó la parafernalia jesuitas





Al igual que el movimiento "IndignadosSV" la fiebre ya pasó.

Este mi país es bien peculiar. Aparentemente las noticias son modas. Así como en una ocasión levantó polvo una disposición legal contra los vidrios demasiado polarizados y luego salió la ley contravencional de no vender alcohol después de las 2 AM y más tarde la de los buses viejos y de inmediato la de las esquelas y vino otra y otra y otra, ad infinitum. La mente del conglomerado pareciera que es de cortísima duración, mientras tengan algo de que hablar de la "coyuntura" y así ocupar sus ratos de ocio, entonces, están bien.

Hace poco causó revuelo una noticia originada en España, acerca de las difusiones rojas libradas por parte de Interpol en contra de los autores intelectuales de la matanza del 16 de noviembre de 1989. Por cierto, llama la atención como la Universidad Centroamericana no se ha mostrado parte ofendida en el proceso pese a que el crimen se cometió en contra de sus empleados y dentro de su campus universitario.

Parte del fallo de la Corte dice:
“los señores Rafael Humberto Larios, Juan Rafael Bustillo, Juan Orlando Zepeda, Francisco Elena Fuentes, José Ricardo Espinoza, Gonzalo Guevara Cerritos, Oscar Mariano Amaya, Antonio Ramiro Ávalos y Tomás Zárpate Castillo en ningún momento han estado en detención preventiva con fines de extradición, puesto que ésta (la extradición) no se ha decretado. Además, se añade que tampoco se han encontrado bajo orden judicial o policial de ningún tipo”.

El ciudadano de a pie, el común y corriente no sabe a quien creerle. Quiere decir que desde el 7 de agosto permanecieron en resguardo, ¿y no debieron haberlo estado nunca pues? ¿así es la cosa?

Yo no digo que los extraditen pero, ¿donde queda el imperio de la ley? ¿Hay que asumir acaso que la ley no es pareja para todos? Si fuera Juan Pérez el indiciado, ¿se le daría el mismo trato? Se me olvida que estamos en el país de los contrastes, ¡esas son puras entelequias! El mensaje que se da a la población es difuso. ¡La gente no come vidrio! Ya basta que pretendan hacernos pendejos ¡francamente da cólera!

El ciudadano presidente se unió a la farsa dando infortunadas declaraciones. Tristemente hizo del doble discurso un dogma de fe y de la apología del delito una trinchera. Casi casi hizo una invitación a que nos visiten quienes tienen boletines rojos emitidos por la Interpol porque "como no tienen orden de extradición" no se apresan, así que pueden andar como Pedro por su casa. Patético. Retuerce la tripa la doble moral.

Tendrán que pasar unos años para hacer balance de este des-gobierno, aunque está claro que hasta ahora las sensaciones no son nada halagüeñas.

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