29 de marzo de 2011

Los lados del elefante

Usualmente no me entusiasman los esfuerzos colectivos en un blog porque la voz cantante la lleva una o a lo sumo dos personas. Cuando se busca pluralizar una visión de acontecimientos que afectan una sociedad el objetivo es noble; hacer las veces de un prisma que descompone la luz en los colores del arcoiris, sin embargo, más temprano que tarde se dan desavenencias. Casi siempre hay personas que son megalomaníacas y les gusta monopolizar la atención y lo que originalmente se quería, diseccionar un tema y divulgar lo que piensan distintas cabezas, se pierde.

Es por eso que el blog de Los lados del elefante me gustó, pues estoy seguro que si fuera el caso arriba descrito no hubiera aguantado 5 minutos y hubiera tirado la toalla antes de siquiera publicar una entrada, como fue mi desafortunada experiencia de hace unos años con alguien que quiso darme línea editorial y cambiar completamente el sentido de lo que yo había escrito.

Es así que las ultimas dos semanas les colaboré con dos entradas: La primera era en lo relativo a la educación en nuestro país. La segunda fue acerca de la impunidad en nuestro sistema judicial. Pero no es mi intención que me lean a mí, sino que le den un vistazo a la perspectiva de todos. Pueda que no les guste la manera como lo pongo yo, pero si la de algún otro integrante del equipo.

Esta semana se evalúan los resultados de la visita de Obama en el antes conocido como Señorío de Cuscatlán. Dese una vuelta y visítenos, quien quita y se queda como consumidor permanente y no solo ocasional.

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