22 de abril de 2014

Happy 8th birthday Quo Vadis?





Fue hace 8 años que decidí adentrarme en este extraño mundo de plasmar mis ideas en una esquina de la "gran carretera informática", como se le conocía en aquel entonces al Internet. La novedad me llevó a experimentar reflejando en esta bitácora no sólo mis pensamientos y experiencias, sino videos, citas y hasta chistes que me causaban gracia, para compartir con la gente que seguía con cierta regularidad mis ocurrencias. Los tiempos cambian y hoy la audiencia ya no está, así que ya este espacio es para mis intimidades.

Vengo a celebrar estos ocho años luego de un período de descanso que me hizo recargar baterías pero que se vio salpicado por eventos noticiosos que no dejan de preocupar a quienes ya somos padres, acerca de la clase de mundo que estamos dejando a nuestros hijos y particularmente del país en el que vivimos. Y claro está, por la desaparición física hace cinco días de un gigante de las letras como Gabriel García Márquez, justo como la mítica Úrsula Iguarán, inspirada en su abuela Tranquilina Iguarán Cotes, aquella que "Amaneció muerta el Jueves Santo. La última vez que le habían ayudado a sacar la cuenta de su edad, por los tiempos de la compañía bananera, la había calculado entre los 115 y los 122 años,".

Se nos fue el escritor que personalmente disfruté mucho, como cuando de un sentón me leí esa historia que comienza con un:"El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros". Me atrapó de inmediato y no pude parar hasta saber como transcurrían las últimas horas del pobre Santiago. No habré conocido personalmente al literato pero sentí feo de saber que ya no estaba en este mundo. Recuerdo haberle dicho a mi padre de su fallecimiento y quedarme con un hoyo en el estómago, probablemente por lo mucho que lo admiro.

Como sea, este blog completa otro movimiento de traslación. Qué bueno que aún estamos vivos. Qué bueno que tenemos salud. Qué bueno que tenemos trabajo. Yo he decidido desde hace un tiempo, ser agradecido por lo que tengo y no quejarme por lo que me hace falta.

30 de marzo de 2014

Leer no tiene que ser una actividad excluyente



No lo hago con la asiduidad que quisiera, pero todavía disfruto de la lectura. En alguna ocasión dije en este espacio que leo desde los 4 años. Mi madre se encargó de enseñarme y con curiosidad me fui adentrando en ese mundo que me abría el silabario. De hecho hace un par de días ella misma me mostraba unas fotos viejísimas mientras me contaba cómo lloraba al dejarme en el kindergarten y compartía ese momento (y sentimiento) con Annabella, su amiga y compañera de colegio y mamá de mi gran amigo José Antonio Valle, con quien atendimos ese legendario House of Learning. Quien hubiera dicho, dos generaciones de amigos.

Cuando era un infante, El Salvador estaba inmerso en una gran efervescencia política. Los periódicos reportaban las desapariciones que llevaban a cabo los cuerpos paramilitares y daban cuenta de los cadáveres que aparecían por montones torturados y mutilados. Eran tiempos peligrosos. En 1979-1980, mi ingenuidad me hacía decepcionarme porque en un día equis "solo" habían aparecido 25 muertos pues el anterior habían sido casi el doble. Hablo de esto como referencia espacio-temporal a lo que me impulsó a elaborar esta entrada. La lectura.

 El viernes pasado, 28 de marzo, se inauguró la XVIII Feria Internacional del Libro en Centroamérica -FILCEN. A raíz de dicho evento, en esa defenestrada red social culpable de la paulatina y permanente extinción de los blogs, Facebook, se instaló en el estado de una de mis contactos el más o menos viejo debate de la calidad de la literatura. El estado en mención decía "Leer un libro comercial, no es leer. Apunten." Por supuesto que hubo quien aseguraba que "crepúsculo es moda y nada mas. Y como tendencia se olvida pronto." Mientras otro declaraba "Hay quien leer para aprender, hay quien lee para entretenerse. A lo que quiero recalcar (no apuntemos a las razones de porque lo hacemos de momento) es que "leer, es leer". Es mi opinión nada más. Quien lea algo solo porque esta de moda tiene sus razones. Si se bajan o no a si mismos es de verlo. Y no estoy defendiendo (o atacando) a quienes leen por moda y después se les olvida como sujetar un libro, personalmente solo quería señalar que "leer es leer"." 

 Yo amablemente indiqué que entiendo el debate pero estoy del lado de los que motivan a las personas a consumir su literatura, sin importar sus métodos. Y es que eso de leer por moda ha existido desde los tiempos de la cucaracha mandinga. En su análisis obvian la triste realidad de nuestro país. Aquí la mayoría de la gente anantíos y puede mencionarte 3 autores nacionales mucho menos decirte de qué trata su obra. Entiendo el punto de querer distinguir entre literatura y paquines. Cómo por ejemplo, le achacan a Coelho que banaliza el hecho de ser escritor y su producción es "light" o dirigida a comercializarse masivamente, pues déjenme decirles que aunque pueda ser cierto, es parte del efecto , y ¿es que acaso no es la intención popularizar la lectura y que todos compren tus libros? ¿Tienen que morirse de hambre los escritores? ¿No pueden vivir de manera digna ganándose el sustento? las formas son las que pudiera yo criticarle, pero el fondo, ¡para mi es un hombre exitoso! Ha hecho mucho, MUCHO dinero y está en boca de todos, bien o mal, ¡pero lo está! Ahora lo que yo condeno, es que quieran hacer del placer de la lectura algo exclusivo, que si yo leo a Hume o a Kant o a Nietzsche soy cool, pero quienes leen a Salarrué no están a mi nivel, son bajeros y yo soy el descubridor de la leche tibia. Esa pseudosuperioridad que pretenden tener quienes son selectivos al leer no me parece. ¿De cuando acá se hizo de la lectura una actividad elitista? Snob es lo que son los que pretenden ver de menos a quienes no comparten sus gustos. Por eso concuerdo con la tesis que apuntaba que,¡leer es leer! ¡Peor fuera andar delinquiendo!

7 de febrero de 2014

Ya no se reconoce El Salvador




Nunca fue un paraíso pero era respirable vivir aquí. Si ya de por sí es frustrante el hecho que la política apeste, no puede resultar nada bueno que se mezcle con otras cosas detestables. El salvadoreño está acostumbrado a hacer lo que le dicen pero debería de adquirir consciencia y exigir una nueva clase política, más allá de extranjeros que se ponen de acuerdo con voceros interesados en que les paguen millones o shows como el que arma el todavía presidente de la república con sus espectáculos impresentables. 


 Mal negocio y peor arreglo para Mauricio Funes con esa afirmación que será el Ministerio de Hacienda el que pagaría en caso de que lo condenen por la demanda que le han interpuesto por difamar a un señor que no sé (ni me interesa), si violó o no a su compatriota en Panamá. Llegados a este punto resulta risible que los nacionalistas se jacten de serlo pero defiendan, a lo india Malinche, al que les ha hecho ese mamarracho de campaña que los tiene 10 puntos porcentuales abajo, y que parecieran casi insalvables para evitar que continúe el partido de gobierno. Pareciera casi irreal que lejos de hacer propuestas concretas, los "ruidos alrededor" sirven de distractores en esta campaña que ha sido un ASCO. El proselitismo siempre es pésimo, pero esta vez, ¡se han llevado las palmas!




Blanco y en botella, ¿leche? no siempre. Comparar por dónde ganan unos y por donde pecan los otros ha revelado las carencias de las extremas, aunque en este caso hablar de virtudes y debilidades sería desvestir un santo para vestir otro. Efectivamente, la anterior es una afirmación tan simple y absurda como irrebatible. Este circo es un fiasco; a este intento de exhibición bufonesca le empiezan a crecer los enanos, a los leones se le caen los dientes, los trapecistas padecen vértigo y hasta los tristes payasos, los agraciados e inventivos payasos, ya perdieron su sonrisa, porque los chistes ya no causan gracia. 


Tristemente vamos camino a otro quinquenio con nula gobernabilidad y seguimos con esas argollas dinosáuricas que no cesan en su intento de perpetuarse. Ya hasta soñar con que se refunde el estado y que surja sangre nueva es utópico, la indiferencia de nuestros conciudadanos no da para eso. Que Dios se apiade de nuestro país.

6 de noviembre de 2013

A pocas horas del 311er día del año


No quise faltar a mi hábito. Bien dicen que las palabras se las lleva el viento, lo que se escribe, queda. Soy animal de fuertes costumbres y pese a que preferiría no centrar esto en hablar de mimíjmo ¡hey, soy el cumpleañero!

Se aproxima el tricentésimo décimo primer día del año y siempre ha sido algo que me gusta conmemorar, quiero pensar que es porque vuelven a mi las remembranzas de cómo lo disfruté cuando era niño. Sería un ingrato (y mentiroso) si no le diera mérito a esos buenos recuerdos y podré ser cualquier cosa, menos desagradecido. Soy un firme creyente de ese cliché que asegura que hay decenas de personas que pasan por nuestra vida y ya sea que se queden o se marchen, dejan algo de ellas en nosotros. Supongo que no solo aplica a las personas, sino que a todas las situaciones de la vida.

En verdad pudiera extenderme hablando de como esta época alegra mi corazón, porque viene el fin de año, porque el clima mejora, por tantas cosas. Pero prefiero escribir que mi natalicio me sirve para reflexionar. Puedo echar una mirada atrás y ver que una buena parte de mis recuerdos los enterré en enero de este año. Puedo decir que me comprendo un poco más y que soy más fuerte. Que mucha gente cuando recién me conoce cree que soy pesado (no solo físicamente) pero cuando me trata comprueba que algo de bueno tengo. Que pese a lo anterior cuesta conocerme. Que también cuesta saber lo que estoy maquinando. Que a veces tengo mal humor. Que por lo general obtengo lo que quiero. Que me gusta observar y analizar a las personas (¿ya dije que soy malhumorado?). Que si me importás me preocupo por vos y no proceso bien los rechazos. Que soy resentido pero solo con quienes valen para mi (si, soy una contradicción andando). Que demuestro mi afecto de maneras muy puntuales. Pero seguir describiendo mi enorme lista de defectos no me va a volver más joven. El tiempo pasa y las enseñanzas que nos deja tienen que calar aunque sea por efecto repetitivo.

De antemano agradezco a los pocos o muchos que recuerden mi fecha de entrada en este mundo. Sea por convencionalismo social o no, se siente bien recibir sus muestras de afecto. ¡SALUD!

24 de julio de 2013

Crónica de una cirugía dental




Temprano ahora, a eso de las 6 AM que me desperté, me sentía como en la historia de Hércules y sus famosas 12 tareas. Ante mí tenía el reto que equivaldría a ir a buscar a Cerbero, bajando a los infiernos, capturarlo y llevarlo a Euristeo. La más peligrosa de todas sus encomiendas. Estoy exagerando, pero para alguien como yo, que nunca se ha quebrado un hueso y nunca ha estado en una sala de operaciones, se siente feo emplear la palabra cirugía.

Hace un tiempo mientras comía palomitas de maíz de las que tanto le gustan al mayor de mis hijos, me quebré una muela. Me la partí en dos y poco después mientras me cepillaba me quedó el remanente en la mano. Hice uso del ISSS, fui a la sección de Odontología y después de hacerme una radiografía me dijeron que me tronaba acudir al departamento de Cirugía Maxilo-Facial. Luego de mil  y una peripecias (incluída la de ir un mes antes como paciente "a condición" y que me mandaran de regreso a la casa) llegó el día, bien dicen, "no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla". Pese a que cuando se trata de procedimientos médicos adopto una actitud valeverguista, acaso para que mi subconsciente no se eche para atrás; estaba demasiado nervioso, entré luego que me llamaran. Los tres dentistas estaban relajados y les advertí que era hipertenso, que no me había tomado los medicamentos por si estaba contraindicado y luego de tomarme la presión procedieron. Yo hablaba como loro mientras me hacía efecto la anestesia local y cuando ya me sentía como que una abeja me había picado y con la trompeta toda hinchada, sabía que no había escapatoria, me taparon la cara y se hizo lo que se tuvo que hacer. Curiosamente no me dolió, me sorprendí que el doctor jalaba y hacía fuerza pero yo solo notaba su esfuerzo, no sentía nada. Me dijeron que mordiera una gasa, me enseñaron aquellas ENORMES raíces (de los nervios se me olvidó tomarles foto), me dieron mis indicaciones y mi incapacidad y me fui. Mientras esperaba en la farmacia no salía de mi asombro, ¡no me había dolido!. 

La moraleja es breve y simple, cuídense los dientes. A nadie le gusta ir al dentista pero prevenir, es mil veces mejor que lamentar.