Yo soy un ente lleno de contradicciones. Me gusta conmemorar el día que vine al mundo, porque por eso estoy aquí y amo la vida, pero no me gusta envejecer. Menudo problema, dirían en España.
Quienes hayan visitado mínimamente este blog sabrán que soy aficionado a usar números para expresarme en mi natalicio, como cuando llegué a
los 12054 días o a
los 408 meses. Dice San Google y su hija menor, la Wikipedia, que lo "normal" en un corazón adulto es latir entre 50 y 100 veces por minuto. Más o menos así va la cosa. Para alguien como yo, con Hipertensión Arterial, no aplica, porque ya me han tomado la presión y me han detectado hasta 110 pulsaciones por minuto. Padecer esa enfermedad me dificulta calcular a ciencia cierta el número que adorna la entrada, pero es un estimado, que saqué usando promedios.
Siempre me he preguntado si cada persona vendrá programada con equis número de pulsaciones y que al llegar a esa cifra se acaba el "crédito", tocando colgar los guantes y reventar el caite. Pero ya estoy desvariando (algo muy usual en mi).
Quiero agradecer a quienes en persona o en medios virtuales se acordaron de este servidor luego de patear el alambre de los 37 años. Fueron muchas felicitaciones face to face, 190 de FB y 79 de Twitter, de lugares distantes y cercanos. Saludos cordiales a todos!