30 de marzo de 2014

Leer no tiene que ser una actividad excluyente



No lo hago con la asiduidad que quisiera, pero todavía disfruto de la lectura. En alguna ocasión dije en este espacio que leo desde los 4 años. Mi madre se encargó de enseñarme y con curiosidad me fui adentrando en ese mundo que me abría el silabario. De hecho hace un par de días ella misma me mostraba unas fotos viejísimas mientras me contaba cómo lloraba al dejarme en el kindergarten y compartía ese momento (y sentimiento) con Annabella, su amiga y compañera de colegio y mamá de mi gran amigo José Antonio Valle, con quien atendimos ese legendario House of Learning. Quien hubiera dicho, dos generaciones de amigos.

Cuando era un infante, El Salvador estaba inmerso en una gran efervescencia política. Los periódicos reportaban las desapariciones que llevaban a cabo los cuerpos paramilitares y daban cuenta de los cadáveres que aparecían por montones torturados y mutilados. Eran tiempos peligrosos. En 1979-1980, mi ingenuidad me hacía decepcionarme porque en un día equis "solo" habían aparecido 25 muertos pues el anterior habían sido casi el doble. Hablo de esto como referencia espacio-temporal a lo que me impulsó a elaborar esta entrada. La lectura.

 El viernes pasado, 28 de marzo, se inauguró la XVIII Feria Internacional del Libro en Centroamérica -FILCEN. A raíz de dicho evento, en esa defenestrada red social culpable de la paulatina y permanente extinción de los blogs, Facebook, se instaló en el estado de una de mis contactos el más o menos viejo debate de la calidad de la literatura. El estado en mención decía "Leer un libro comercial, no es leer. Apunten." Por supuesto que hubo quien aseguraba que "crepúsculo es moda y nada mas. Y como tendencia se olvida pronto." Mientras otro declaraba "Hay quien leer para aprender, hay quien lee para entretenerse. A lo que quiero recalcar (no apuntemos a las razones de porque lo hacemos de momento) es que "leer, es leer". Es mi opinión nada más. Quien lea algo solo porque esta de moda tiene sus razones. Si se bajan o no a si mismos es de verlo. Y no estoy defendiendo (o atacando) a quienes leen por moda y después se les olvida como sujetar un libro, personalmente solo quería señalar que "leer es leer"." 

 Yo amablemente indiqué que entiendo el debate pero estoy del lado de los que motivan a las personas a consumir su literatura, sin importar sus métodos. Y es que eso de leer por moda ha existido desde los tiempos de la cucaracha mandinga. En su análisis obvian la triste realidad de nuestro país. Aquí la mayoría de la gente anantíos y puede mencionarte 3 autores nacionales mucho menos decirte de qué trata su obra. Entiendo el punto de querer distinguir entre literatura y paquines. Cómo por ejemplo, le achacan a Coelho que banaliza el hecho de ser escritor y su producción es "light" o dirigida a comercializarse masivamente, pues déjenme decirles que aunque pueda ser cierto, es parte del efecto , y ¿es que acaso no es la intención popularizar la lectura y que todos compren tus libros? ¿Tienen que morirse de hambre los escritores? ¿No pueden vivir de manera digna ganándose el sustento? las formas son las que pudiera yo criticarle, pero el fondo, ¡para mi es un hombre exitoso! Ha hecho mucho, MUCHO dinero y está en boca de todos, bien o mal, ¡pero lo está! Ahora lo que yo condeno, es que quieran hacer del placer de la lectura algo exclusivo, que si yo leo a Hume o a Kant o a Nietzsche soy cool, pero quienes leen a Salarrué no están a mi nivel, son bajeros y yo soy el descubridor de la leche tibia. Esa pseudosuperioridad que pretenden tener quienes son selectivos al leer no me parece. ¿De cuando acá se hizo de la lectura una actividad elitista? Snob es lo que son los que pretenden ver de menos a quienes no comparten sus gustos. Por eso concuerdo con la tesis que apuntaba que,¡leer es leer! ¡Peor fuera andar delinquiendo!